lunes, 25 de diciembre de 2017

CAPITULO 17




—Está en los primeros días de embarazo. No hay duda —le dijo a Pedro la doctora, una prima suya, al cerrar tras ella la puerta de la sala de examen para darle a Paula algo de privacidad para vestirse.


—Maldita sea —Pedro dejó de pasear por la sala y se hundió en una silla al otro lado del escritorio de Carmen.


—Es la chica que trajiste al almuerzo el día de Navidad, ¿no? —Pedro asintió—. Pensaba que el tío Antonio tenía estrictas normas sobre los romances de oficina.


—Fue un error.


—Tener sexo sin protección es un error.


—Me aseguró que no pasaría nada —Pedro no podía mirarla a los ojos, ver la mirada de reproche que sabía que encontraría.


—Bien, pues por lo visto será mejor que recapacites.


—Ya —más de lo que Carmen pensaba. Pedro echó un vistazo hacia la puerta aún cerrada—. ¿Estará bien?


—En cuanto empiece a comer bien y descanse. Te daré una lista de suplementos para ayudarla a fortalecerse. No se ha cuidado demasiado bien. Si queréis tener un bebé sano, hay cosas que tienen que cambiar.


Un bebé sano. La cabeza empezó a darle vueltas. ¡Iba a ser padre! Se le empañaron los ojos, el pecho se le oprimió, y una llama de esperanza se prendió en su interior.


—No te preocupes, me encargaré de que se cuide.





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